La elección de materiales
En la planificación del diseño interior, la elección de materiales es crucial para lograr espacios estéticamente atractivos, funcionales y duraderos. Entre las muchas opciones disponibles, la cerámica y el gres se destacan por sus notables propiedades que los convierten en los favoritos para revestir suelos y paredes en interiores. Su resistencia a la luz solar, las altas temperaturas y agentes químicos, junto con su fácil mantenimiento, los colocan como líderes en cuanto a durabilidad y versatilidad.
Como asesor de interiores, puedo afirmar que tanto la cerámica como el gres son materiales inertes, lo que significa que no emiten ni absorben sustancias tóxicas, asegurando un ambiente saludable. Sin embargo, para comprender por qué estos materiales destacan frente a otros, es importante compararlos con alternativas populares como los pavimentos de vinilo autoadhesivo, los laminados DPL y HPL, el laminado SPC y otros pavimentos alternativos.
Cerámica y gres vs. pavimentos de vinilo autoadhesivo
El vinilo autoadhesivo ha ganado popularidad en los últimos años debido a su fácil instalación y bajo costo. Sin embargo, a pesar de ser una opción económica y relativamente resistente al agua, no ofrece la misma durabilidad que la cerámica o el gres. A largo plazo, el vinilo tiende a desgastarse, a decolorarse con la exposición solar y a sufrir daños por arañazos o cortes, especialmente en áreas de alto tránsito.
En cambio, la cerámica y el gres son mucho más resistentes al desgaste diario. Estos materiales pueden soportar el tráfico constante sin mostrar signos de deterioro, manteniendo su apariencia original durante años. Además, no se ven afectados por la exposición solar, lo que los hace ideales para cualquier estancia de la casa, incluidas las que reciben luz directa.

Los laminados Direct Pressure Laminate (DPL) y High Pressure Laminate (HPL) son opciones bastante comunes para suelos, gracias a su variedad de acabados y facilidad de instalación. No obstante, en cuanto a resistencia a la humedad y a la temperatura, la cerámica y el gres se posicionan claramente por encima. Los laminados, especialmente los DPL, son susceptibles a la deformación en presencia de humedad, lo que los hace inadecuados para cocinas y baños.
Por su parte, el gres y la cerámica son completamente impermeables, lo que significa que no se deforman ni se ven afectados por cambios en la humedad o en la temperatura, haciéndolos perfectos para espacios donde el agua es un factor clave.
Cerámica y gres vs. laminado SPC
El laminado Stone Plastic Composite (SPC) es una evolución moderna de los pavimentos vinílicos, con una base rígida que le otorga mayor resistencia y estabilidad. Aunque el SPC es resistente al agua y una opción sólida para zonas con humedad, sigue siendo un material más suave que la cerámica o el gres. Esto significa que es más propenso a los daños por impacto, como la caída de objetos pesados.
En contraste, tanto el gres como la cerámica están hechos de materiales más duros y resistentes, lo que les proporciona una ventaja en términos de durabilidad frente a golpes o rasguños. Además, la cerámica y el gres tienen una mayor resistencia a los agentes químicos y productos de limpieza fuertes, lo que facilita aún más su mantenimiento a lo largo del tiempo.
Pavimentos alternativos: Madera natural, piedra natural y microcemento
Madera natural: Aunque la madera aporta calidez y un estilo atemporal a los interiores, es un material que requiere un mantenimiento constante, especialmente en zonas expuestas a la humedad. La madera puede deformarse, rayarse o decolorarse con el tiempo, lo que la convierte en una opción más delicada. Frente a la cerámica y el gres, la madera no ofrece la misma resistencia al agua ni a los golpes, lo que hace que estas opciones sean más prácticas para espacios de alto tránsito o zonas húmedas.
Piedra natural: Materiales como el mármol o el granito son conocidos por su lujo y durabilidad. Sin embargo, su instalación y mantenimiento son costosos. La cerámica y el gres, en cambio, ofrecen una estética igualmente sofisticada con una inversión menor en términos de instalación y un mantenimiento mucho más sencillo, ya que la piedra natural necesita sellados periódicos para evitar manchas.
Microcemento: El microcemento ha emergido como una opción contemporánea para revestimientos debido a su apariencia minimalista y su versatilidad. Sin embargo, su instalación es compleja y, con el tiempo, puede desarrollar grietas o fisuras. En comparación, el gres y la cerámica son materiales mucho más duraderos y no requieren mantenimiento especial para evitar defectos, conservando su integridad durante décadas.

La cerámica y el gres se imponen como los revestimientos más completos para el interior de las viviendas. No solo ofrecen una resistencia superior a la humedad, los golpes y las condiciones extremas, sino que su durabilidad y facilidad de mantenimiento los hacen inigualables frente a opciones como el vinilo, los laminados y otros materiales alternativos. Al elegir estos materiales, se invierte en calidad, longevidad y, sobre todo, en la tranquilidad de disfrutar de un espacio estéticamente atractivo sin las preocupaciones que conllevan otros pavimentos más delicados.